El
realismo
literario
es una corriente estética que supuso una ruptura con el
romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los
formales, en la segunda mitad del siglo XIX. Se extendió también a
las artes plásticas en latinoamérica.
Origen:
Aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.
Hacia 1827 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. En 1856 aparece una revista titulada precisamente Realismo, que en uno de sus números dice:
El realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan.El Realismo surgió en la Francia de la primera mitad del XIX. Se inició con autores como Balzac y Stendhal, y se desarrolló con Flaubert. En España, el inicio realista coincidió con acontecimientos históricos capitales. Surgió hacia 1870, después de ―La Gloriosa‖, y tuvo su apogeo en la década de 1880. Finalmente decayó en la década de 1900.
Descripción:
Al concluir agotados los
presupuestos estéticos del Romanticismo se desecharon o se
renovaron. Los que desecharon el Romanticismo siguieron la estética
burguesa del Realismo; quienes lo renovaron formando la estética
Postromántica.
He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo
literario, tanto en su orientación temática y enfoque como en sus
preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones:
la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los
métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran
crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que
"el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la
Filosofía". Ya en 1843 Balzac se proponía estudiar la sociedad
como un científico estudiaba la naturaleza. Y Baudelaire, en 1851,
recomendaba: "Estudiad todas las úlceras como el médico que
está de servicio en un hospital". Flaubert consultó tratados
médicos para describir la muerte por envenenamiento de su Madame
Bovary, y en general los novelistas se documentan rigurosamente
sobre el terreno tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las
gentes, su indumentaria, o buscan en los libros los datos necesarios
para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.Los escritores dejaron de centrarse en sí mismos y pusieron su interés en la sociedad, observando y describiendo objetivamente los problemas sociales, y para ello se valieron de un nuevo tipo de novela, la novela burguesa. En cuanto a la expresión, prefirieron un estilo más sencillo, sobrio y preciso, en el que adquirió relevancia la reproducción del habla coloquial, especialmente en los diálogos, es decir, adoptando los niveles de lenguaje adecuados a los personajes, que representaban todos los estratos sociales.
En cuanto a los procedimientos literarios del realismo, son característicos el uso de la descripción detallada y minuciosa, con enumeraciones y sustantivos concretos; el del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, sin idealizarla, y un estilo poco caracterizado, un lenguaje «invisible» que caracterice personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.
Autores
destacados:
Juan
Valera (1824 – 1905)
José
María Pereda (1833 – 1906)
Emilia
Pardo Bazán (1851 – 1921)
Benito
Pérez Galdós. (Gran Canaria 1843 – Madrid 1920)
Leopoldo
Alas “Clarín” (1852- 1901)
Armando
Palacio Valdés (1857 – 1938)
Vicente
Blasco Ibáñez (1867- 1928)
Características:
Realismo es una tendencia artística
europea que se enmarca, aproximadamente, en la segunda mitad
del siglo XIX y que aspira a reflejar la realidad cotidiana de modo
objetivo. La burguesía revolucionaria que impulsó el movimiento
romántico se convierte en la clase social dominadora y tiende hacia
postulados más conservadores, imponiendo una nueva visión de la
vida y del ser humano.
El Realismo surge
inicialmente en Francia, donde floreció una novela realista de
enorme mérito. Después se extendió a otros países del entorno
occidental y alcanzó un gran cultivo en Inglaterra y Rusia.
Sus características fundamentales son:
Reproducción exacta y completa de la
realidad social. Todos los temas pueden ser objeto de atención por
parte del escritor, desde los más heroicos hasta los más humildes.
Para lograr este objetivo el escritor se documenta minuciosamente
(mediante lecturas y sobre el terreno) sobre el tema que desea
tratar.
Las obras reparten su atención por
igual a los personajes y a los ambientes sociales (preferentemente
urbanos, y minuciosamente descritos). Los protagonistas son
individuos analizados psicológicamente de manera muy exhaustiva, de
modo que el lector conoce hasta los más íntimos recovecos de su
alma.
La necesidad de
describir profundamente el interior de los personajes determina la
presencia de un narrador omnisciente (es decir, aquel que conoce con
detalle el pasado y el presente, y es capaz incluso de anticipar el
futuro de los personajes. Saca a la luz los pensamientos más íntimos
de sus criaturas y no duda en dirigirse al lector para comentar sus
comportamientos
El estilo sobrio, preciso y elaborado.
Como se pretende reflejar la realidad de modo verosímil aparecen
diferentes registro lingüísticos, acordes con el habla de los
personajes.
Las acciones de las
novelas responden a hechos verosímiles localizados en lugares
concretos y reales bien conocidos (como Madrid, en Pérez Galdós) o
con nombre imaginario de trasfondo real ( así,
Vetusta ,en La Regenta de Clarín, representa la cuidad de Oviedo).
Los novelistas realistas suelen
profesar una ideología progresista y, a veces, la dejan translucir
en sus novelas (aunque no se suelen pronunciar y dejan que el lector
extraiga sus conclusiones). Toman partido ante la realidad, por eso
denuncian las injusticias y reclaman una mayor atención para los
desposeídos.
Bibliografía:
Wikipedia
Masterlengua
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